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Durante mi estancia en Londres fui a algunos museos que no había visto la vez anterior que estuve en esta ciudad y hubo un cuadro que me impactó bastante. Esta vez estuve en la National Gallery y en el Tate Britain, ya que la vez anterior había visitado el British Museum y el Tate Modern (este último, mi museo preferido de Londres). Del Tate Britain sólo vi aquellas salas que tenían arte del S. XX en adelante, pues es la época que más me fascina, de ahí mi interés por el Tate Modern, que se centra exclusivamente en el arte moderno.
De El nacimiento de Venus, de Alan Davie, destaco el título, ya que éste le fue dado a la obra después de ser pintada, es decir, una vez finalizada, por tanto, el título es fruto de la imaginación que despierta en el artista una serie de pinceladas en un estilo próximo al expresionismo abstracto. El arte moderno es un arte abierto a la imaginación, a la creatividad tanto del artista como del espectador que observa. No tendría sentido buscar en esta obra un significado de nacimiento tal y como nos vendría dado en el arte figurativo, y ahí está la magia del arte moderno, en encontrar un significado simbólico más allá de lo que nuestros ojos ven y nuestro cerebro interpreta, y en el hecho de dar un paso más hacia la fantasía.
Hemos de mirar el arte contemporáneo con los ojos del siglo en el que vivimos.