Y no me refiero a volar en el sentido físico de la palabra (nos puede gustar más o menos volar en avión o hay quienes han soñado alguna vez que eran aves) sino a volar como expresan los poemas que incluyo a continuación y el relato que nos ofrece macufeliz en su blog, o la película El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela, que invito a ver a todo aquél que siga sin entender el concepto de volar en sentido metafórico. Aquí tenéis un fragmento de la película.
El primer poema está escrito por Noe, una gran amiga seguidora de este blog, que de vez en cuando me envía algunas reflexiones sobre temas que ambas comentamos y cuyo interés compartimos. Observaremos que este poema trata de una forma explícita el concepto de tiempo, pues ése es precisamente su título y nos transmite ese pasar de las horas tan efímero y necesario, e imparable aunque a veces lo quisiéramos detener.
No me enrollo más y os dejo que lo disfrutéis:
TIEMPO
Tiempo...
gran asesino
de fantasías y sueños
Tiempo...
Amigo fiel del amor,
enemigo cruel del dolor
Que largo es el camino
cuando se trata del olvido.
Cuan fugaces pasan los minutos
cuando dos amantes están juntos.
Tiempo...
sociedad alterada,
gente corriendo.
Ya no tienen tiempo
ni para tener tiempo.
Incansable "tic",
solitario "tac",
persistente "tic",
incapaz de parar.
Fugaz...
y a la vez eterno.
Caprichoso...
cuando se detiene en un beso.
Horas...
Minutos...
Segundos...
Pasan tan rápido en éste mundo.
¡No tengo tiempo que perder!
pero... ¿acaso el tiempo se puede tener?
No somos dueños de él,
sino marionetas manejadas a su merced
Tiempo...
poco a poco se agota,
lentamente se detiene,
Tiempo que llega a su fin,
cuando cabalga el jinete de la muerte.
El siguiente poema lo escribí yo hace algún tiempo y trata de una forma explícita el tema del tiempo (valga la redundancia) unido directamente al concepto de volar también mencionado explícitamente. Deseo que os guste:
me roba el aliento
segundo tras segundo.
El recuerdo de aquellos suspiros compartidos
llena mi espacio, cubre mi tiempo.
Y cada momento de sinsentido
se difumina con este pensamiento.
¡Ya es más que primavera!
Y el pensamiento quiere
volver a ser cumplido.
Con la mirada en cualquier sitio
todo gira alrededor de una única esfera.
La esfera... y también la espera.
Cada minuto es una hora en la distancia
y, cuando estamos cerca,
anhelo detener el tiempo
¡mas las horas vuelan!
Volar, volar.
Volando volveré a hacerle compañía
y, en compañía, volaremos.