La semana pasada vi la película La llave de Sarah del director Gilles Paquet-Brenner, adaptación del libro de Tatiana de Rosnay - quien define su propio libro como "el descubrimiento de la verdadera identidad de una madre"- y que lleva el mismo título que el film.
Todas las críticas que he leído sitúan al best-seller por encima de la adaptación cimematográfica (comos suele ocurrir habitualmente) y yo diré que, como no he leído el libro, no tengo nada en contra de esta opinión y sólo me atreveré a decir que la película se deja ver y presenta elementos interesantes como, por ejemplo, el argumento. Nos encontramos ante una película que nos muestra el Holocausto judío desde la visión de Francia y cómo este país vivió aquellos años de la Segunda Guerra Mundial.
También me llamó la atención un aspecto relacionado con el montaje de la película que consiste en alternar momentos del pasado (año 1942) - rodados con cámara en mano- y momentos del presente referentes al año 2009, recurso que nos hace distinguir a la perfección los cambios de época y al mismo tiempo evitan que el ritmo de la película sea pesado.
En conclusión, desde mi punto de vista se trata de una película modesta y sencilla con algún momento previsible en cuanto a la narración de la historia, pero también con aspectos destacables como la fotografía y la excelente interpretación de la protagonista Kristin Scott Thomas.