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martes, 29 de junio de 2010

Sequenza III (Luciano Berio)

Estos días, con el fin de curso, me he acordado de una obra que impactó bastante a mis alumnos (de los que ya me despedí hace una semana), sobre todo el primer día que la escucharon.
He de decir que, aunque trabajo con alumnos de Primaria, de vez en cuando trato de introducirles en alguna sesión fragmentos de obras de música contemporánea, un tipo de música que los jóvenes de entre 6 y 11 años no están acostumbrados a escuchar.
Las reacciones suelen ser muy diversas: hay quienes se extrañan y dicen que es una música muy rara, otros se ríen y hacen comentarios con los compañeros y también hay quienes hacen preguntas porque no se han quedado indiferentes.
Yo tuve la oportunidad de escuchar la secuencia número 3 de Berio hace unos años en el Palau de la música de Valencia y tampoco me dejó indiferente.
Creo que con esta obra se explotan todas las posibilidades imaginables de la voz habidas y por haber. A mí me resulta una obra interesante, con fragmentos dramáticos y otros divertidos, y de un gran valor musical.
Pero, ¿qué opináis vosotr@s?

14 comentarios:

matrioska_verde dijo...

la escuharé mañana y te dire ¿ok? es que ahora está Congo viendo la tele y no quiero molestarlo.

biquiños,

MucipA dijo...

Hola, Aldabra!
Ningún problema. Ya me cuentas.
Un abrazo.

ANRO dijo...

Querida Mucipa, la música a partir del dodecafonismo o el jazz no se puede escuchar de la misma forma que una de las piezas de la mal llamada música "clásica".
No me cabe la menor duda de que el compositor italiano Berio ( de quien ya conocía alguna pieza) es duro de escuchar para la mayoría de los que amamos la música. En primer lugar para escuchar estas composiciones y otras parecidas hay que despojarse de complejos y tratar de entenderlas. Obviamente no va a ser la pieza que vamos a poner en nuestro aparato para relajarnos mientras leemos un libro. Pasa lo mismo con piezas de Stravinski, Schoenberg, Ligetti o Berg y si mi apuras con el propio Wagner.
En mis vacaciones recientes fuimos al Staatsoper Unter der Linden donde vimos un ballet (no recuerdo de momento el compositor porque contemporaneo aleman). Tanto la puesta en escena como la música eran radicalmente distintas a la "dulce y melodiosa escenografía" de los ballet clásicos y LOla salió del teatro totalmente frustrada.
Volviendo al tema. ¿Es música las "Sequenzas" de Berio?....sin duda alguna, pero que nadie intente escucharla como mero pasatiempo dilettante.
Un abrazote

MucipA dijo...

Sobre esta forma de ver el arte que tú comentas opinaba yo de manera semejante en uno de mis posts (de hace ya tiempo):

"Sobre el hecho de mirar el arte contemporáneo con los ojos del siglo en el que vivimos quería comentar que hay quienes lo hacen sin que les suponga ningún esfuerzo y, esos son, los NIÑOS. Esta semana, dando clase de música en sexto de primaria aparecía en el libro una obra de Arnold Schönberg y un cuadro abstracto de Kandinsky. Juntos estuvimos intentando encontrar las relaciones entre la música dodecafónica y la pintura abstracta. Algunos efectos musicales como el “frullati” lo relacionaban con trazos en espiral. La gran variedad de instrumentos la relacionaban con la extensa variedad de colores de la obra de Kandinsky. También les pedí que me explicaran lo que les sugería la música y muchos de ellos me decían que imaginaban una persecución, policías, misterio... Respecto a la pintura de Kandinsky imaginaban un león, un hombre, etc. A continuación les pregunté si a ellos les gustaba ese tipo de música y pintura y, excepto a una minoría, el resto afirmaba que les gustaba porque se imaginaban que estaban viendo una película. Por otra parte, les dije: “Si cogiésemos bolas de pintura y las lanzásemos contra una pizarra blanca y eso lo convirtiésemos en un cuadro, ¿qué os parecería?” Uno de los alumnos respondió: “eso sería una obra de arte”. Y yo añadí: “Pero hay personas que piensan que eso no es arte, sino que se trata de una tomadura de pelo”. En definitiva, con estos niños descubrí que el poder de imaginación que despierta el arte moderno puede llegar a ser muy intenso si dejamos de lado los prejuicios y observamos este tipo de obras con una mirada “joven”(puesto que se trata de un arte joven) abierta al mundo de la fantasía."

Desde mi punto de vista, hemos de valorar el arte dentro de su contexto y de la época en que ha tenido lugar, porque si no puede que para nosotros una obra de arte carezca de sentido o lleguemos a no considerarla ni siquiera arte.

Un abrazote.

Antonio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Antonio PJ dijo...

De entre todas las cosas que me han llenado la cabeza, puedo asegurar que la "indiferencia" como tal no estaban dentro de ellas.

Tengo que decir que la música que oigo dista mucho de la que acabo de oír, pero espero que eso no diga menos de mi o de mi opinión. Lo cierto es que cuando me he querido dar cuenta, ya iba por el minuto 1:30 y me he visto con la boca abierta, para bien, he creído que era 8-) jeje

1abrazo

Unknown dijo...

Realmente me asombra este tipo de música. No sé si para bien o para mal, pero realmente es verdad que estamos acostumbrados a otros intervalos más clásicos llamemosles así). También es verdad que a los adultos nos cuesta más valorar el esfuerzo del compositor por hacer que su obra roce al menos una ínfima parte de nuestros sentimientos, aunque en mi opinión es una música que no puede pasar inadvertida.
Sólo con esto, el autor ya consigue su propósito: Llamar la atención.


Un beso.

MucipA dijo...

Hola, Antonio!
Me vas a tener que disculpar porque, sin querer (queriendo borrar un comentario mío), he suprimido el tuyo, pero lo he vuelto a copiar debajo para intentar solucionarlo (lo siento mucho, un millón de disculpas!!!).
Me alegro de que esta composición no te haya resultado indiferente, a pesar de que sea un tipo de música que no sueles escuchar.
Lo de quedarte boquiabierto, sin duda, es para bien.
Un abrazo.

MucipA dijo...

Hola, majaranda!
Como bien dices esta obra consigue rozar una parte de nuestros sentimientos, algunos de los cuales son: la no indiferencia, la curiosidad, la sorpresa, la diversión, la risa y, para mí, también, el interés.
Y sí, los adultos tendemos a ser extremadamente críticos algunas veces con este tipo de música...
Un abrazote!

Anónimo dijo...

Hola Mucipa!

Mira, que si no quieres que te escriba un comentario, me lo dices, ¿vale?

Jaja, sólo bromeo... No hay problema en absoluto, éstas cosas pasan.

Sin duda, "boqueabrirse" es algo que indica como mínimo "sorpresa", que me parece a mi que es un antónimo claro de "indiferencia", y a todos los efectos un sinónimo bien enfocado de "placer" y/o "éxtasis", aunque ese es otro tema...

Encantado de leerte, boqueabierto.

PD: Soy Antonio, perdona que no escriba con mi cuenta, pero estoy en la Universidad y aquí no me puedo "loguear".

Boris dijo...

a mi tampoco me ha dejado indeferente,creo que hacer algo asi es muy dificil y más que quede bien.
nunca habia visto nada asi y me parece muy interesante que lo compartas para que lo conozcamos

MucipA dijo...

Hola, Antonio!
Ya iba a borrar tu comentario (que noo, es bromaaa)... De hecho te agradezco mucho que nos deleites con tu punto de vista.
Me alegro de haberte sorprendido con esta obra de Berio y ahora me voy a dar un paseo por tu blog.
No te preocupes por lo de Anónimo.
Un abrazo

Crowley dijo...

Hola Mucipa,
desde luego que no deja indiferente. No conoc´´ia nada de Luciano Beiro, pero es alguien a quien seguir la pista muy de cerca. Es asombrosa esa experimentaci´´on. No s´´e por qu´´e, pero me ha recordado a un Zorn desquiciado (mas todav´´ia)
Un abrazo

MucipA dijo...

Hola, Crowley!
No había pensado yo en Zorn precisamente pero, en el fondo fondo, puede que tenga alguna similitud...
No creas que todas las composiciones de Berio son así, en la voz es donde más se notan los extremos y los elementos que más llaman la atención de la música contemporánea, por eso he elegido esta pieza.
Un abrazo